Sí puedes alcanzar la libertad financiera
No existen fórmulas mágicas, pero sí una clave: diversificación, planificación y acción
Colosenses 3:2: “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”
Deseo que este día y semana fluyan con armonía.
Hace unos años, mi esposo me comentó que le gustaría retirarse joven. Aunque usó el término “retiro”, no se refería a dejar de ser productivo, sino a tener ingresos pasivos que le permitieran vivir la vida a un ritmo más pausado y disfrutar de cada día con más paz.
Mi respuesta estuvo a la altura de la mentalidad de escasez que tenía en ese momento. “Eso es imposible”, recuerdo que pensé, y así mismo lo dije. Sin embargo, decidí ponerme en una actitud de atención y escuché sus ideas.
Lo primero que me comentó es que necesitábamos tener activos que generaran ingresos pasivos. Como deben imaginar, mi mente simplemente pensó que este hombre estaba loco: “¿de dónde saldría el dinero para comprar propiedades?” Pues esa era su opción “segura y rentable”.
Para no hacer el cuento largo, toda esta conversación surgió porque él entendía que podíamos adquirir una pequeña propiedad que un tío estaba vendiendo, cuyo costo estaba dentro de nuestras posibilidades. “Usar nuestros ahorros”. Me aterraba solo de pensarlo. Sin embargo, accedí. Debo decir que ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado, ya que luego de esa compra vinieron otras oportunidades.
Hago este preámbulo porque hablamos mucho de libertad financiera, la cual se define como “la capacidad de cubrir los gastos económicos sin necesidad de trabajar”. Sin temor a equivocarme, el sueño que todos queremos. Imagínate poder disfrutar de la playa o irte de viaje con más frecuencia. ¡Maravilloso!
Algunos pueden asegurar que es imposible lograrlo; otros, como mi esposo, entienden que la clave está en organizarse y actuar a tiempo, cuando aún somos verdaderamente productivos y no cuando el proceso será más lento.
Aunque aún NO hemos alcanzado la libertad financiera, seguimos trabajando enfocados en esta meta. He llegado a la conclusión de que para alcanzarla se requiere planificación estratégica y la adopción de buenos hábitos financieros.
Además, es crucial tener una mentalidad dispuesta a invertir y afrontar riesgos, para ajustar cuando sea necesario.
Si eres como mi esposo y yo, y te gustaría comenzar a diseñar tu plan de libertad financiera, te invito a seguir estos pasos:
Establece metas financieras claras: Siéntate sola o con tu pareja y diseña la vida que te gustaría vivir y cómo quieres que sea. Así podrás crear tu propia definición de libertad financiera. Luego, establece metas a corto, mediano y largo plazo, como pagar deudas, ahorrar para emergencias o alcanzar una cierta cantidad de ingresos pasivos.
Crea un presupuesto y síguelo: Entendí que sin presupuesto no se pueden alcanzar las metas. Por ello, debes crear uno, tanto personal como familiar y empresarial, para que puedas controlar tus ingresos y gastos. Asegúrate de vivir por debajo de tus posibilidades y asigna una parte de tus ingresos a ahorros e inversiones. Esto te permitirá acumular fondos para emergencias y crecimiento a largo plazo.
Elimina deudas: Aunque en el proceso de construir tu libertad financiera es posible que contraigas compromisos financieros, es necesario que te enfoques en saldarlos. Así te liberarás de cargas financieras y podrás destinar más recursos a inversiones.
Ahorra e invierte de manera inteligente: Recuerda que el dinero que está en una cuenta de ahorro no siempre genera ingresos pasivos. Primero, construye un fondo de emergencia que cubra de tres a seis meses de gastos. Luego, invierte en bienes raíces, acciones, fondos indexados o emprendimientos que te generen ingresos pasivos. Asegúrate de diversificar tus inversiones para reducir el riesgo.
Genera múltiples fuentes de ingresos: No dependas únicamente de tu salario. Desarrolla fuentes adicionales de ingresos, como negocios o inversiones, que te permitan diversificar y aumentar tu estabilidad financiera.
Recuerda que no existen imposibles cuando se trata de trabajar en tus finanzas. Solo debes enfocarte y lanzarte en el camino de generar ingresos y convertirlos en riqueza. Si otras han podido, estoy segura de que tú también puedes. ¡Enfócate!
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Te deseo una semana cargada de cosas buenas, donde el favor de Dios esté siempre contigo. ¡Recuerda darle valor a tus talentos para construir riqueza!